martes, 20 de abril de 2010

Oportunidad



"La puerta se abrió con un chirrido que, de ser por la noche, hubiera despertado a todo el college. Crucé el umbral de la puerta y me eché encima de la cama, extendiendo los brazos y, sintiendo todo mi cuerpo cansado por el ajetreo del viaje, cerré los ojos. Aquello era increíble, como un sueño. No podía creía que estiviera allí, en Oxford, donde me darían una oportunidad que no estaba dispuesta a rechazar por nada del mundo. Me incorporé y corrí directa a la ventana.

Nunca había visto nada igual. Las torres de la Universidad se extendían como centinelas que vigilaban eternamente la ciudad bajo el cielo grisáceo y plomizo. También se podía apreciar un pequeño resquicio de los jardines del internado: no había árboles, tan solo una llanura de césped demasiado crecido y descuidado, aunque de color verde intenso..."




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