Cansado de las reglas del juego que dictan personas extrañas, te sientes preparado para trazar tus propias normas. Es demasiado tarde para segundas oportunidades o arrepntimientos, es hora de confiar en tus instintos y lanzarte. Estás arriba, muy bien ya has llegado. En tu muñeca llevas anudada un globo que te hará elevarte por encima de todo lo que estabas viviendo anteriormente.
¡Uno, dos y...tres! Ya está. No era tan difícil después de todo, ¿verdad? Estás volando, levitando suavemente sobre un cielo límpido. No era tan difícil enfrentarse a la gravedad. Ella te va a mecer entre sus brazos hasta que seas consciente del siguiente paso que debes tomar.
Pero, hasta que llegue el momento, disfruta de la sensación.
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