Tan moderna es la mente, como antiguo el corazón. Se piensa entonces que quien hace caso a la razón se acerca a las reflexiones más elevedas.
¿Y si no fuesen así las cosas, si fuese verdad exactamente lo contrario?
¿Y si el exceso de razón fuese lo que deja desnutrida a la vida?
Me gusta tu blog, un poco de todo :)
ResponderEliminarPero esta entrada es sencilla y preciosa.
Gracias por compartirla.
Un beso, Ari.